Autor: Fernando San Romualdo
Disco: En marcha, cantando

No has nacido, amigo, para ser triste,
aunque llueva en tu corazón.
Dime dónde tiene ojos,
tiene ojos tu tristeza.
Uso sugerido:
Talleres o Retiros sobre la Alegría del Evangelio:
En retiros o encuentros sobre la espiritualidad de la alegría y la esperanza cristiana, esta canción puede abrir espacios de reflexión sobre cómo Dios transforma la tristeza en luz. La frase "aunque llueva en tu corazón" puede servir de disparador para testimonios o dinámicas de sanación.
Oración Personal o Comunitaria con Jóvenes:
Por su tono suave y mensaje cercano, la canción es apta para momentos de interioridad con adolescentes o jóvenes, especialmente en espacios de acompañamiento o en dinámicas donde se trabaja el valor de la vida, la autoestima y la fe como fuerza sanadora.
Catequesis sobre la Dignidad Humana y la Vocación a la Felicidad:
Puede ser utilizada en sesiones catequéticas para hablar sobre la dignidad de cada persona, creada para la plenitud, no para el dolor permanente. Es un excelente recurso para introducir el tema de la alegría como don espiritual, aún en medio de pruebas.
Liturgias o Encuentros en Tiempos Difíciles:
Cuando una comunidad pasa por momentos de tristeza (duelo, crisis, pérdidas), esta canción puede ser una forma delicada de acompañar el dolor y sembrar consuelo. Puede cantarse al inicio o final de una oración comunitaria o como fondo para una meditación guiada.
IMPORTANTE: Los momentos y usos de las canciones se deben consultar siempre con el celebrante.